La importancia del triaje

Hola a todos, la entrada de hoy os reconozco que aunque era una de las prioritarias para nosotros es también una de las que más respeto nos daba.
Somos conscientes de la inquietud que acompaña a los que se ven obligados a acudir a un servicio de urgencias. Todo lo que de alguna manera afecte a nuestra salud es prioritario para nosotros y con tal prioridad esperamos ser atendidos, más, si acudimos a  los servicios de urgencias.
Los profesionales sanitarios tenemos la obligación de dar asistencia a todos los usuarios que la demanden y además tenemos la responsabilidad de hacerlo en el orden correcto.

Para que lo entendáis, cuando alguien llega al hospital con un fuerte dolor de cabeza, espera ser atendido rápidamente porque lo que más le urge es que lo traten para poder recuperarse y marcharse a casa a seguir con su vida, pero si esa misma persona tuviese que acudir ese día con un ataque al corazón, esperaría ser atendido por delante de cualquier persona con dolor de cabeza.
Pues de la difícil tarea de discernir quien debe ser atendido primero se encarga el Triaje.

Comenzaremos por definirlo : galicismo derivado  del francés triage, es el proceso de valoración clínica básica, que permite clasificar a los pacientes según su grado de urgencia, siendo atendido de manera prioritaria aquel enfermo que más lo necesite
El Diccionario de la Real Academia (DRAE) no ha recogido el término triaje, aunque se ha convertido en un vocablo de uso común en servicios de urgencias hospitalarias. El término correcto sería «clasificación» o  «trilla» .

Es un error común en nuestras urgencias confundir el número que se entrega al dar los datos en admisión con el orden en el que se atenderá al paciente.

Ese número tan sólo tiene un valor identificativo, es decir, por la ley de confidencialidad, no debemos llamar por megafonía a ningún usuario por su nombre y apellidos, y por tanto, lo llamamos por el número que se entrega a la llegada. Ese es el único fin del número y nunca establece el orden de la atención.

Tal y como recoge el Plan Andaluz de Urgencias y emergencias ( PAUE), la atención a pacientes en cualquier servicio de Urgencias se hace atendiendo a criterios clínicos, que establece una prelación en función de la gravedad de la patología.
Tras el paso por triaje, a cada paciente se le asigna un nivel que será el que deteminará el tiempo estimado de atención.

Existen varios niveles:   
        -Nivel 1 para emergencia o urgencia con riesgo vital inminente, que requiere de acción médica inmediata. Estamos hablando de pacientes que precisan dicha asistencia inmediata por la gravedad de su proceso o por compromiso vital (parada cardiorrespiratoria, bajo nivel de conciencia, hemorragia digestiva evidente con signos de gravedad,...)
        -Nivel 2 para urgencia no crítica, a la que hay que dar respuesta médica en menos de 15 minutos. Son pacientes que, sin presentar un compromiso vital inmediato, deben ser evaluados de forma rápida (casos como hemorragia digestiva evidente pero sin afectación del estado general o de las constantes vitales, fiebre elevada con afectación del estado general...)
        -Nivel 3: Urgencia demorable. Son pacientes cuya atención urgente admite cierta demora (dolor abdominal tolerable, sin signos de gravedad o compromiso vital; disnea de esfuerzo...). La espera de estos pacientes no debería superar los 30 minutos.
        -Nivel 4 para urgencia no objetivable, es decir, pacientes que presentan un proceso con escasa o nula gravedad clínica, mínima complejidad diagnóstica y terapéutica y con el alta a domicilio como destino final más previsible. La atención médica debe darse en menos de 120 minutos
         -Nivel 5: Situaciones no urgentes. Tiempo aproximado de atención 240 minutos.

 Así al llegar a nuestras urgencias, todos los usuarios tienen garantizada la atención y además la seguridad de ser atendidos con mayor premura aquellos que más lo necesiten.

Es necesario confiar en este sistema y respetar el orden asignado por los profesionales sanitarios encargados del triaje ya que es lo que nos garantiza una correcta calidad asistencial. 
Esperando haberos sido de ayuda nos despedimos deseándoos a todos unas felices fiestas y un próspero y rebosante de salud 2016.